sábado, 19 de mayo de 2007

Por una revalorización del gato en el habla popular.


¿Cuántas veces hemos escuchado expresiones en las que se utiliza la palabra 'gato' para denigrar a alguien? En el ámbito laboral se escuchan frases como: "Ese güey no es más que un gato". Cuando se quiere hacer notar a alguien que ha puesto poco esmero en su forma de vestir se le dice: "Andas bien gato". Y para evidenciar que, en lo tocante a nuestro círculo de amistades y proyectos de vida, se es poco ambicioso, se nos dice: "Eres un pelagatos". Es curioso que en estas expresiones se atribuya al gato características como la subordinación, el desaliño o la acomodaticidad.

No sabemos en qué momento el nombre de este félido adquirió estos tintes despectivos. Pero sí podemos afirmar que las características más difíciles de encontrar en un gato son precisamente aquellas ya enunciadas. Un gato no se subordina como un perro. "Los perros tienen amos y los gatos tienen sirvientes", dice cierto dicho popular. ¿Cuándo se ha visto a un ciego siendo guiado por un gato? Nunca, pues el felino infiere que si el ser humano puede valerse de tantas herramientas, está de más ofrecerle cualquier tipo de ayuda. ¿Quién es tan frívolo para afirmar que un gato es desaseado y desaliñado? ¿En verdad un gato se aviene con facilidad a todo tipo de personas? Es el gato quien decide a quién ofrecerá su compañía. Y en esa elección muy pocos son favorecidos.

Ponemos en duda que un gato sea la representación de lo más bajo y lo más vil. Hay quien podría alegar que el gato es la imagen de la haraganería y el oportunismo. A esto se puede contra-argumentar diciendo que el trabajo es bueno sólo en la medida justa a nuestras necesidades y que el oportunismo es inherente a todo cazador (tal es la naturaleza de los felinos). Aquellos que hablan de haraganería y oportunismo en el ser humano, y lo comparan con los gatos, sólo hacen eco de lo que algunos han denominado 'bambificación': el despojo imaginario de los instintos de cualquier animal para dotarlo con la moral judeo-cristiana, como quedó expuesto en la película 'Bambi' de Walt Disney.

Sostenemos que es injusto y condenable que se utilice la palabra 'gato' para menospreciar a alguien. Utilizarla así denota la arrogancia de quien ha crecido creyendo que "el ser humano está hecho a imagen y semejanza de dios", o que es "la creación más perfecta sobre la tierra" y a su lado, un gato o cualquier otro ser viviente, es muy poca cosa. Habría que aprender de algunos de los países hermanos del sur: en América Central se denomina 'gatos' a las personas de ojos verdes, mientras que en Brasil, sólo alguien que es muy bello o muy simpático, merece ser llamado gato.

Resih Omar Hernández Beristáin.
Publicado también en: SUBLIMES FELINERIAS.

Imagen: British blue cat.

jueves, 17 de mayo de 2007

Vieja ciudad de hierro.


Este es el lugar de nuestro descanso,
de nuestra quietud y grandeza.
Aquí ha de ser ensalzado nuestro nombre
y engrandecida la nación mexicana;
ha de ser reconocida la fuerza de nuestro poderoso brazo
y el ánimo de nuestro valeroso corazón...


Este lugar manda se llame Tenochtitlán
para que en él se edifique la ciudad
que ha de ser reina y señora
de todas las demás naciones de la tierra.


Códice Durán (Siglo XVI).

H
e aquí una pieza de "Rockdrigo" González que trata sobre la Ciudad de México, esta capital que se erigió sobre las ruinas de lo que fue México-Tenochtitlán, ciudad lacustre y corazón del imperio Mexica. Las imágenes son del sexenio de Miguel de la Madrid Hurtado (1982-1988). Una época sumamente difícil para el país, pues además del terremoto del 19 de septiembre de 1985 -en el cual perdió la vida el mismo Rockdrigo González-, con Miguel de la Madrid se inició la era neoliberal en México, un periodo que se caracteriza por la privatización de sectores que originalmente correspondían al Estado (educación, salud, seguridad social, etc.). De esta manera el Estado mexicano optó por desmantelar gradualmente los logros de la Revolución Mexicana y por darle la espalda a las mayorías del país. Lamentablemente esa ha sido la pauta que se ha seguido hasta nuestros días.


miércoles, 16 de mayo de 2007

Información y comunicación.

Se habla hasta la náusea de los avances de los medios de comunicación (yo creo que es más correcto hablar de medios de información, porque en realidad el ciclo de la comunicación: emisor - mensaje - receptor / emisor - mensaje - receptor, casi no se realiza), se nos dice que ahora el ser humano está menos incomunicado. Sin embargo, ¿cuántos no han experimentado esa sensación de soledad incluso en estancias en las que ya no cabe ni siquiera una aguja? ¿Cuántos no han tenido que recurrir a cosas como estas para salir del anonimato? ¡Cuántas personas han expresado que cada día se sienten más solas, a pesar de la existencia de las herramientas contemporáneas que permiten tener una mayor comunicación! Lamento ser poco optimista. Tiene mucha razón aquel que dijo que la abundancia de información es una buena táctica para desinformar, pues provoca la renuencia de muchos a querer informarse. Así, en espacios virtuales como este abunda la información individual, pero honestamente ¿cuántas personas tienen la paciencia suficiente como para leer tanta cosa en un mundo tan permeado por la inmediatez? ¡Cuántos miembros de comunidades virtuales continuan estando solos! Viéndolo bien, espacios como este o el HI5 -más que una ayuda para relacionarse con otros- son, en cierta forma, un medio para medir y ostentar el 'ranking' de popularidad de cada quien. ¿Alguien quiere refutar esto?

Imagen: http://brendalupita.blogspot.com/